Fueron
precalificadas 7 obras sociales para brindar el servicio
de atención sanitaria a un tercio de la población del país.
Si
los monotributistas se sentían desprotegidos ante el deber
de efectuar sus aportes mensuales sin obtener ningún tipo
de retribución básica, ahora viven esas obligaciones con
un mayor alivio. La Superintendencia de Servicios de Salud,
dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, resolvió
que, a partir de ahora, todo monotributista tiene derecho
a una cobertura médica brindada por una obra social de prestigio.
Con el pago de la última cuota mensual ya se garantiza el
acceso a la cobertura médico-asistencial de una obra social
del Sistema Nacional del Seguro de Salud. "En nuestro país,
como consecuencia de la situación económica que se hereda,
la década pasada puede considerarse como caracterizada por
la exclusión en diferentes niveles", afirma el doctor Rubén
Cano, superintendente de Servicios de Salud. "Desde los
que tienen esta exclusión muy marcada, hasta quienes la
viven en forma parcial. Pero, finalmente, entre 12 y 15
millones de habitantes, es decir un tercio de la población,
se encuentran en alguno de estos niveles de exclusión. Esa
es una cifra alarmante. Por eso pretendemos inaugurar la
década de la 'inclusión'. Pero no nos referimos sólo al
indigente sino también al nuevo pobre, es decir aquel que
fue trabajador y ya no lo es, o también al mediano empresario
que fue perdiendo camino en la última época y aspira a volver
a su situación anterior".
El
doctor Rubén Cano es el mentor de este hecho que, por una
vez, ubica al ciudadano autónomo y monotributista en un
lugar de derecho, fuera del rol de perdedor al que siempre
se sintió pertenecer desde que, obligatoriamente, tiene
que ceder una parte de su dinero mensual al Estado. "La
exclusión normal a una cobertura de salud es la preocupación
del gobierno nacional, que está pensando desde hace bastante
tiempo en crearle una a ese tercio de 15 millones de habitantes.
Un primer paso es aquella cobertura formal a los monotributistas,
es decir, a personal autónomo con baja capacidad contributiva".
A
partir del pago de un aporte acotado como 20 pesos, el titular
puede tener acceso a obras sociales precalificadas por la
Superintendencia de Servicio de Salud, entre las cuales
puede optar libremente. Asimismo, puede ingresar a su grupo
familiar por otros 20 pesos. El registro nacional creado
especialmente para ese fin, admite a la Obra Social del
Personal de la Construcción, la Obra Social Bancaria Argentina
(OSBA), la Obra Social del Personal Hotelero y Gastronómico
de la Unión de Trabajadores Gastronómicos de la República
Argentina, la Obra Social para Edificios de Renta y Horizontal
de Capital Federal y Gran Buenos Aires (OSPERYH), la Obra
Social del Personal Auxiliar de Casas Particulares (OSPACP),
la Obra Social del Personal Rural y Estibadores de la República
Argentina (OSPRERA) y la Obra Social de Viajantes Vendedores
de la República Argentina (ANDAR).
La
elección de las obras sociales se realizó según aquellas
que tenían más de 100 mil beneficiarios, y capital de trabajo
y patrimonio neto positivo. "La intención es que estos 20
o 40 pesos se dediquen íntegramente a las prestaciones médicas.
Esa es nuestra intención al solicitar estos requisitos y
optar por estas obras sociales, ya que las mismas tienen
amortizados sus costos -explica Cano-. Al momento han sido
habilitadas siete para dar cobertura, por un lado a monotributistas,
y por otro, a ellos y al personal doméstico. Este es un
registro dinámico, por lo tanto pueden incorporarse otras
entidades que cumplan con ese perfil y un plan médico adecuado"
El programa médico de atención contempla todo tipo de enfermedades
incluyendo las distintas formas de cáncer y el tratamiento
contra el virus del Sida. "De todas formas, ese programa
obligatorio está en revisión. La idea es tener uno que cumpla
con los lineamientos de la política, emanadas del ministro
de Salud, el doctor Lombardo, poniendo énfasis en la atención
primaria de la salud, médicos de cabecera y en los planes
de prevención. No sólo en el punto de vista del plan de
inmunizaciones sino en la prevención del cáncer de mamas
en la mujer, y del cáncer de próstata en el hombre, así
como la detección de diabetes e hipertensión en la población.
La intención es que las obras sociales cumplan con un plan
de vigilancia epidemiológica y generen prevención", aclara
Cano.
El
trámite debe realizarse en la delegación autorizada de la
obra social elegida llevando original y fotocopia del último
comprobante, del Documento Nacional de Identidad y una acreditación
de la relación de parentesco si se desea incorporar al grupo
familiar.
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