"Desde hace mucho tiempo escuchamos decir que en salud era necesario actuar en la prevención de las enfermedades porque esto evitaba muertes o daños irreparables e innecesarios. Todos los días sentimos la invalorable pérdida de nuestros niños, jóvenes y ancianos. Lamentablemente nuestra ciudad, como las grandes urbes del mundo, no escapa a tan aciago fenómeno", afirmó el doctor Fernando De la Rúa, jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

"El trauma y los accidentes se han incrementado con el desarrollo, ya que son uno de los males de nuestra época. La educación, y una de sus consecuencias inmediatas, la toma de conciencia, es vital para paliar esta lamentable situación", resaltó.

"En los países más desarrollados -continuó De la Rúa- comienzan este tipo de tareas desde temprano, con los niños en las escuelas. La prevención debe empezar por allí si queremos adultos sanos. La educación para la salud es un programa prioritario que desarrollamos a través del Programa de Salud Escolar. Pero también pensamos en nuestros ancianos, y, como todos sabemos, ellos son muy propensos a todo tipo de accidentes, desde los domésticos hasta los de la vía pública, por eso tenemos un Programa para la Tercera Edad que se ocupa de esa problemática".

El jefe de Gobierno porteño comentó que "para atender la emergencia y abreviar el tiempo de oro de los emergentólogos, entre el accidente y la atención, el Gobierno pone a disposición de sus vecinos 50 nuevas ambulancias para que el sistema de emergencias de la ciudad esté equipado con la más alta tecnología y a la altura de los mejores sistemas del mundo. También hemos inaugurado, hace una semana, un helipuerto aledaño al hospital Vélez Sarsfield y seguiremos dotando al resto para utilizar este medio de transporte para los casos que así lo requieran".

"La segunda semana de mayo -continuó- fue dedicada a la prevención, porque estamos convencidos de que poner el énfasis en estas acciones e institucionalizarlas nos permitirá mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos. Invertir en educación y salud a través de acciones preventivas es el objetivo máximo al que puede aspirar un gobierno cuyo compromiso principal es con la gente".

"Trabajamos para una Buenos Aires más segura y para que nuestros vecinos se sientan más protegidos", enfatizó De la Rúa, y agregó: "El desarrollo de nuestra ciudad depende fundamentalmente de que cuidemos de nuestro capital humano que es lo más importante que tenemos".

"Mi gobierno siente la salud y la educación como un deber indelegable y un derecho que alcanza a todos por igual, por ello estamos trabajando junto a la comunidad para que eventos como éste sirvan como modelo para cambiar nuestras conductas, respetándonos y aprendiendo a respetar a nuestro prójimo para hacer, entre todos, una ciudad más saludable que merezca ser vivida", concluyó.

Del 9 al 20 de este mes se realizó la Semana de Prevención de Accidentes, que fue declarada de Interés del gobierno de la ciudad por decreto N° 107/97 (BM 137).

Con la Semana de Prevención del Accidente, que se realizará todos los años, la Secretaría de Salud tiene como objetivo fundamental concienciar a la comunidad difundiendo distintas actividades en plazas, parques, hospitales, colegios, centros culturales y de jubilados y vía pública.

"Ha sido de un valor incalculable el compromiso asumido por todos aquellos que hicieron realidad este evento que se realizó del 9 al 20 de mayo, sobre todo teniendo en cuenta el escaso tiempo en el que se llevó a cabo, constituyendo todo un desafío", dijo Lombardo.

"Sólo tengo palabras de agradecimiento, resaltó, para aquellas personas o instituciones que voluntariamente adhirieron a esta iniciativa, que quitaron horas de sus propias actividades para esta tarea en común y que supieron como nunca articularse entre sí para paliar este grave problema social que constituyen los accidentes".

La política de la Secretaría de Promoción Social en relación con la prevención de accidentes tiene cuatro componentes fundamentales. En primer lugar, un conjunto de intervenciones destinadas a generar un mayor grado de respeto de su propio cuidado, es decir, una tarea dedicada a producir sobre todo en las poblaciones más vulnerables una conciencia de autocuidado a través de un mayor flujo de información y de formación específica.

En segundo lugar, acciones que procuran un aumento de la conciencia respecto del cuidado de lo público como propio, esto es, la búsqueda de un cambio de mentalidad en la población respecto de la mirada tradicional de lo público como ajeno y, en ese contexto, el rescate de lo público como un espacio común cuyo abandono tiene como consecuencia, entre otras, el aumento del riesgo de accidentes. La promoción del trabajo voluntario como una tarea ciudadana tiene en este marco un efecto educativo fundamental.

En tercer lugar dispone de servicios específicos descentralizados en los distintos barrios destinados a trabajar en el campo de la violencia doméstica y el maltrato infantil en todas sus formas; si bien este tipo de violencia tiene un componente intencional, la prevención realizada a través de las campañas de difusión promueve una mayor conciencia de respeto a los derechos de las personas, en particular de las más débiles, incorporadas a la legislación argentina por la Convención Internacional de los Derechos del Niño.