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IX Congreso Latinoamericano de Fideicomiso

LOS NEGOCIOS FIDUCIARIOS SE CONSTITUYEN EN LA HERRAMIENTA DE LA ECONOMIA GLOBAL

La seguridad y la transparencia son elementos buscados por la economía de este fin de siglo. Hace ya algún tiempo que el fideicomiso demostró que con sus características otorga esas ventajas esenciales para el desarrollo en los negocios empresariales y particulares. Para continuar su desarrollo es que el 14 y 15 de octubre, en Buenos Aires, se realizará el IX Congreso Latinoamericano de Fideicomiso (COLAFI), en el que se congregarán los principales expositores del país y del exterior para intercambiar experiencias enriquecedoras.

Presidente del Comité Organizador

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Dr. Mario Alberto Carregal

Según el doctor Mario Alberto Carregal, presidente del comité organizador del congreso, la temática central del COLAFI será su papel como "Herramienta de la economía global". Asimismo, asegura que "se tratarán temas de actualidad a través de distinguidos expositores del continente y de Europa. El fideicomiso ha demostrado ser una inigualable alternativa para aportar seguridades que permitan confiar en el buen fin de negocios complejos. Estas virtudes han quedado de manifiesto en países con una larga tradición en la práctica de los negocios fiduciarios y resultan ratificadas a través de la corta experiencia de aquellos que sólo recientemente han sancionado leyes de este tipo, como el caso de la Argentina. Las emergentes economías latinoamericanas requieren altos índices de inversión para lograr un progreso social sustentable, tan anhelado como impostergable, que coloque a la región al nivel de los países más desarrollados".    Por otra parte, las inversiones, especialmente las extranjeras, requieren seguridad jurídica, comportamientos previsibles y un adecuado nivel de protección respecto de factores ajenos a los riesgos propios del negocio. El resguardo que el fideicomiso otorga a ciertos bienes adquiridos mediante importantes inversiones y la actuación de fiduciarios con prestigio ganado y profesionalismo demostrado resulta imprescindible, en ciertos casos. "No siempre las naciones de la región han dado muestras de cordura a la hora de tomar decisiones, especialmente en materia económica y política asegura Carregal-. Por lo tanto, este comportamiento errático frecuentemente llevó escepticismo a los inversores y tuvo su correlato en calificaciones de riesgo desfavorables, traducidas en el alto costo financiero que deben soportar las economías latinoamericanas.    La difusión del fideicomiso y el manejo profesional y leal de esta figura jurídica de gran ductilidad, sin dudas, ayudarán a restablecer la confianza que tanto cuesta ganar y que tan fácilmente se pierde. La protección de los logros en la materia, constituye la piedra angular para la concreción de importantes negociosAsimismo, con el afán de que esta expectativa no se frustre, sus hacedores consideran necesario interpretar la legislación con un sentido dinámico reclamado por toda la comunidad y el mundo de los negocios en particular. Por supuesto, evitando castrar las posibilidades del fideicomiso con posiciones doctrinarias decimonónicas que, a menudo, privilegian notoriedad o lucimiento personal sobre un beneficio para el interés general. Lógicamente, interpretación dinámica no significa relajamiento de los controles éticos ni manga ancha para los abusos sino, simplemente, sentido común y conocimiento pleno de la realidad que la ley habrá de regular y del negocio que será materia contractual.   Para obtener ventajas apreciables para la comunidad es que las intenciones de quienes se reunirán en este congreso son aplicarlo con realismo, ponderación y evitando el encarecimiento de las transacciones con gastos superfluos o excesivos formalismos de dudosos beneficios. A su vez, el logro de este propósito requiere una regulación impositiva clara y equitativa debido a que las dudas sobre el alcance de la tributación o una carga fiscal excesiva a menudo disuaden a las partes de celebrar un fideicomiso y se desperdicia su enorme potencial. "Quizás un buen punto de partida para legislar sobre esta materia será recordar que nunca el fideicomiso es un fin en sí mismo, sino un medio para celebrar un negocio", concluye Carregal.

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